El pescado y los mariscos son una importante fuente alimentaria de energía, proteínas y otros nutrientes esenciales que nos ayudan a tener un buen estado de salud, sin embargo, puede descomponerse fácilmente o ser fuente de sustancias dañinas adquiridas en el medio que habitan.
Así lo explicó la nutricionista dietista Elisa Cadena, subdirectora de Salud Nutricional, por ello entregó una serie de recomendaciones a la hora de comprar estos alimentos.
“Estos productos deben ser adquiridos en establecimientos reconocidos y de confianza, que cumplan con las medidas sanitarias establecidas para su conservación, que garanticen las condiciones básicas de higiene y que puedan responder en caso de algún reclamo”, dijo.
Características de los pescados frescos
En el siguiente cuadro se establecen las características que deben presentar los pescados de buena calidad, por lo que es importante tenerlas en cuenta en el momento de la compra:
Otros productos
-El pescado seco debe presentar color entre blanco y amarillo, sin manchas rojas y su olor debe ser característico y no aromatizado.
-Los productos enlatados de la pesca deben tener un rótulo etiquetado completo, que presente como mínimo la siguiente información: nombre del producto, lote, registro sanitario, información del fabricante y/o importador y fecha de vencimiento; ésta última, en particular, debe estar impresa en el rótulo o la lata, y no mediante adhesivo o que presente señales de adulteración.
-Verifique que el envase no presente abombamientos, oxidación, perforación o abolladuras y siga las indicaciones de consumo una vez se destape el producto. Además, debe lavar las latas antes de consumir su contenido.
-Los calamares y pulpos frescos deben tener una consistencia firme, además deben tener apariencia húmeda, brillante y olores suaves. Si el producto es cocinado o preparado para ser consumido, se recomienda que sea ingerido inmediatamente, no debe almacenarse ni congelar o recalentar nuevamente.
-Los crustáceos muertos frescos (como langostas, camarones, cangrejos, langostinos y percebes) deben presentar color gris o ceniciento rojizo al ser extraído del agua y rojo vivo una vez cocido; sus apéndices deben ser resistentes, firmes y bien adheridos al cuerpo; los ojos deben brillar y llenar la totalidad de la órbita, destacándose de la misma; la piel debe ser firme, sin manchas negras; al momento de su consumo no deben tener sabor ácido o agrio y olor propio de cada especie.
En caso de presentar síntomas de infección o intoxicación alimentaria, debe acudir de urgencia al servicio de salud y seguir las recomendaciones del personal médico.